Pequeños grandes pasos
Este consejo me ha ayudado mucho durante toda mi trayectoria profesional, y me lo dio una persona que está muy alejado de los negocios: un pequeño pescador de la zona de Riviera Nayarit, donde suelo pasar tiempo con mi familia muy seguido.
Esta persona una tarde me encontró preocupado por múltiples situaciones del trabajo, pero sobre todo porque soñaba con grandes objetivos por cumplir y estaba apenas a un par de meses de concluir el año, por lo cual me veía sobrepasado por los objetivos puestos en la mira y que el tiempo se acababa.
Aquel día este pescador se me acercó y me preguntó si me pasaba algo, seguramente me veía la cara muy preocupada o asustada —no lo sé—, pero supo que algo no estaba bien en mi semblante, y le contesté con la verdad porque por alguna razón me dio confianza para poder platicar con el sobre estos temas que para mi gusto no deben ser una carga emocional ni física, pero por alguna razón me tenía preocupado.