¿Cómo elegir a tu socio?

La increíble travesía del emprendimiento trae consigo muchos retos, uno de los primeros que cruza por el camino de todo emprendedor es decidir si iniciar su negocio solo o acompañado.

En otro de mis blogs platiqué acerca de las ventajas y desventajas de estas dos opciones. Así que, si después de valorar diferentes circunstancias, finalmente has decidido emprender con un socio ahora viene la pregunta del millón: ¿cómo escoger al indicado?

Recuerda que esta no es una decisión fácil porque implica muchos factores que debes tomar en cuenta para no arrepentirte después.

El primer punto en el que debes de fijarte al buscar a tu socio es que esa persona te aporte valor, hay muchas maneras en que puede hacerlo: por ejemplo, puede ser alguien que sea brillante en el trabajo, bueno en lo que hace; o tal vez su valor sea que tiene suficiente capital para aportar cuando necesites crecer tu negocio.

También puede ser una persona que te dé valor por medio de las relaciones públicas, alguien con muchos contactos que te puedan abrir puertas. O ¿por qué no? También puedes elegir a alguien con el que puedas hacer cruce de negocios, es decir, que su negocio pueda complementarse con el tuyo.

Con estos ejemplos lo que quiero que entiendas es que no te debes de asociar con quien sea flojo, estorbe y que no te genere ningún valor. Olvídate de hacerte socio de alguien sólo porque es tu amigo o tu familiar, recuerda que siempre debes ocuparte de lo que hará crecer tu negocio en el futuro.

Después de tener todo lo anterior en mente, ahora toma en cuenta como socio a alguien que piense igual que tú, es decir, que tenga tu mismo mindset para que tanto él como tú compartan la misma ideología de una cultura organizacional.

Otro aspecto muy importante para considerar es que ambos tengan los mismos valores, calidad moral y ética; esto es fundamental, así como el hecho de que comparta una educación similar porque, de lo contrario, puede que haya problemas de choque.

También es elemental que, en lo que respecta al trabajo, los dos tengan ciertos hábitos parecidos. Por ejemplo, quizás uno de los dos quiera echarle todos los kilos al trabajo de lunes a domingo, mientras que el otro prefiere hacerlo sólo 6 días a la semana y descansar el séptimo. Si los dos no tienen este aspecto en común, quizás es mejor pensar en asociarte con alguien más porque esto puede causar grandes diferencias también.

Por último, es primordial que antes de decidirte por alguien platiques con él y pongan las reglas claras sobre todo lo que implicaría su participación en el negocio, qué pasa si uno de los dos decide salirse, etc., para poder saber si los dos están dispuestos a compartir la misma ideología.

Estos son los aspectos que debes revisar para poder tomar una decisión sabia. Recuerda que las sociedades son como los matrimonios, así que deberás estar completamente seguro y convencido del compañero (o compañeros) que elegirás para tu camino en el emprendimiento.

Ahora, ¿estás listo para asociarte?

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