¿Cómo hacer de tu emprendimiento un monopolio?
Al tomar la decisión de emprender, inevitablemente nos
vienen a la mente diferentes preguntas y cuestionamientos, y el más importante
de todos es precisamente saber con qué producto o servicio es con el que te vas
a lanzar al ruedo.
No hay dudas de que una de las primeras cosas que piensas es
en la posible competencia que tendrás y en cómo sobresalir entre ellos. Sin
embargo, no es un secreto que si hoy en día un emprendedor se pone al “tú por
tú” con ciertos monstruos va a tener problemas, lo cual a muchos les desmotiva
en gran manera.
Por eso, si estás considerando en hacer de tu emprendimiento
un monopolio debes establecer tu segmento. ¿Qué quiero decir con esto? Busca
enfocar tu producto o servicio en un nicho de mercado en específico, esto es lo
primero que debes hacer para empezar a cumplir con tu objetivo de erigir un
monopolio.
Vertical, no horizontal
Es importante mencionar que en los negocios existen dos
formas de crecer: de manera vertical o de forma horizontal. El crecimiento
horizontal son todas aquellas empresas que están compitiendo en un mismo
segmento o nicho con varias otras compañías, hacer esto no es necesariamente
malo porque probablemente como emprendedor sí podrás crecer al darle algún
valor agregado a tu producto o servicio, pero lo harás de manera más lenta que
si consideras hacerlo de manera vertical.
Por ello, es mucho más recomendable el crecimiento vertical,
esto es para las empresas que, como lo mencioné anteriormente, eligen un solo
nicho de mercado y quieren hacer las cosas distintas, diferenciarse, cambiar
industrias y la manera de ver los productos.
Ahora, teniendo bien en claro lo anterior, ¿qué se necesita
para construir un monopolio? ¿Cómo lo vamos a hacer? Antes de todo, debemos
considerar los siguientes cuatro componentes:
- Tecnología propia
- Efecto de redes
- Economía de escala
- Branding
Tecnología propia. Tal cual, como su nombre lo dice,
es recomendable que los emprendedores desarrollen su propia tecnología, pues
uno de sus diferenciadores va a ser esta innovación tecnológica que implementen
en su negocio, y ésta tendrá que ser la primera barrera para los competidores.
Efecto de redes. Este impacto consiste en que tus
mismos clientes te generen otros más. Es decir, mientras más consumidores tenga
un producto o servicio, mayor será la demanda hacia él. En estos tiempos, tu
mayor aliado será, sin duda, el internet, pues este efecto de redes alcanza una
mayor escala gracias a este medio debido al gran alcance que tiene.
Por ello, es importante dar lo mejor de tu servicio siempre
y crear en ellos la necesidad de tu producto. No olvides también contar con una
excelente estrategia de marketing digital, pues no hay nada mejor que tus
propios consumidores para atraer a muchos más y así poder construir este efecto
de redes.
Economía de escalas. Esto va muy de la mano con el
primero de los cuatro componentes, pues debes de asegurarte de que la
tecnología que desarrolles para tu negocio sea la misma que te ayude a llegar
tanto a 10 personas como a miles. Es decir, que lo mismo que te costó
desarrollarla para tus primeros clientes no se incremente cuando éstos sean
muchos más. El objetivo de esto es que en lo único que tengas que aumentar tus
gastos sea en otros aspectos como la atención al cliente, la apertura de más
sucursales, etc., pero no en invertirle más dinero a la tecnología que
originalmente desarrollaste.
En resumen, la economía de escalas se define en que tú
puedas llegar de uno hasta 100 con el mismo producto o servicio.
Branding. Esto es lo más escuchado en nuestros
tiempos, pues consiste básicamente en tener una marca poderosa, un nombre
fuerte que te respalde, para que, en un futuro, al momento de querer expandirte
a nuevos horizontes, lo hagas con una marca potente y muy bien
posicionada.
Trabaja tu nicho, después, escálalo
Una vez teniendo en mente estas cuatro herramientas, ahora
sí, ¿cómo consigues ese monopolio que deseas?
Lo que necesitamos lograr para constituir este monopolio es
empezar con el nicho mencionado anteriormente, trabajarlo y sólo enfocarte en
él. Deberás comenzar con algo pequeño, pues es donde empezarás a probar, hasta
que tú puedas decidir el momento en el que este nicho se empiece a convertir en
un monopolio.
Después de esto, el siguiente paso es empezar a escalarlo,
esto significa que puedes crecer quizás a otra ciudad o tal vez ampliar ese
nicho de mercado.
Cambia el mercado
Finalmente, para construir el monopolio, asegúrate de
revolucionar el mercado. ¿Cómo lo vas a hacer? Con ese producto o servicio que
brindas plantéate como objetivo hacer una diferencia total en tu mercado, es
decir, que ya nadie imagine su vida sin eso que ofreces. Un claro ejemplo de
esto es Uber, ellos comenzaron de forma pequeña, después escalaron por el mundo
y, hoy en día, el mercado del transporte móvil ya no lo concebimos igual que
antes de que existieran.
Por último, quiero señalar que debes estar consciente de que
el monopolio como tal no va a durar para siempre, pues tarde o temprano llegará
el momento en el que comiencen a emerger tus competidores. Sin embargo, también
es importante destacar que, si tu negocio está bien cimentado desde el
principio, tú continuarás siendo el más destacado por sobre todos los
competidores que surjan posteriormente.
Así que ten muy en claro tu idea, arriésgate y prepárate
para revolucionar tu mercado y alcanzar el éxito.
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